Durante esta cuarentena, a falta de taller de lecto-escritura presencial, la profe nos manda cada día algo que hacer. Para escribir… O más bien, para no dejar de hacerlo. El 19 de marzo, tocó el lipograma.
Consiste en escribir un microrrelato en el whatsapp del Grupo usando sólo una vocal: la A.
Tras haber presenciado una clase con un microrrelatista e intentarlo, tuve claro algo: lo mío no ésto.
Aún así, ese día que estaba sin ansiedad, tranquila… Me lié y… Salió algo decente. Aquí está:
Las llamas avanzan hasta la playa, trasladan la plaga… Apagan las almas.
Mi pequeño homenaje a lxs caídxs durante esta pandemia. Esxs que, al igual que lxs contagiadxs, aparecen en la televisión como meras cifras. Ésxs que se van sólxs, sin familia que les despida y/o de la que despedirse. Sin más, desaparecen. Somos personas, no cifras. Y me duele en el alma que se vayan así; que la familia no pueda pasar el duelo como debiera.
Ele.
